"La segunda opción", capaz que muchos se sienten identificados con esa frase. Algo que en algún momento de sus vidas solieron ser. Algo que duele, y mucho.
Ser consiente de que sos la segunda opción no es nada lindo. Ese sentimiento de que una persona recurre a vos solamente porque otra lo rechazó es una de las peores sensaciones del universo. Peor es aun cuando uno es esa segunda opción y no lo sabe.
Pero cuando de amores se trata todos somos ciegos. Cuando se trata de esa persona especial hacemos la vista gorda, porque lo que en realidad sucede es que no queremos aceptar la realidad. No queremos aceptar que no somos el favorito; es mejor creer que esa persona en el fondo nos quiere y por eso nos elige.
Quizás en un futuro sea lo peor para nosotros; pero en ese momento en el que la otra persona vuelve uno no se proyecta hacia el futuro. Solo vive el presente, carpe diem.
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